Esta mujer, de 36 años, estaba desaparecida desde que salió de su casa el martes por la mañana para comprar medicamentos para su hijo enfermo, indicó la policía. Su familia, preocupada, salió a buscarla.
Su marido descubrió sus zapatos y su pantalón en el suelo a unos 500 metros de su casa en el pueblo de Siteba.
“Poco después, avistó a una serpiente, a una decena de metros del camino. La serpiente seguía viva”, declaró a AFP el jefe de la policía local, Idul, que solo tiene un nombre, como muchos indonesios.
El marido quedó intrigado por el “gran” vientre de la pitón y pidió a los vecinos que le ayudaran a abrir el estómago del reptil, donde se halló el cuerpo de su esposa, contó Iyang, un responsable del pueblo.
Este tipo de incidentes son extremadamente inusuales, pero varias personas han muerto en Indonesia en los últimos años tras haber sido engullidas por pitones.
