Un atentado con coche bomba acabó con la vida de un general ruso en Moscú este lunes 22 de diciembre, convirtiéndose en el tercer alto mando militar asesinado en el último año. Autoridades rusas señalaron que una de las principales líneas de investigación apunta a una posible participación de Ucrania.
El teniente general Fanil Sarvarov, quien encabezaba la Dirección de Entrenamiento Operacional del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, murió a consecuencia de las heridas provocadas por la explosión, informó la portavoz del Comité de Investigación, Svetlana Petrenko.
Según declaró la funcionaria, los investigadores analizan diversas hipótesis, entre ellas que el ataque haya sido planeado por servicios de inteligencia ucranianos. Desde el inicio del conflicto armado, Moscú ha responsabilizado en varias ocasiones a Kiev por asesinatos de militares y figuras relevantes dentro de Rusia, algunos de los cuales sí han sido reivindicados por Ucrania. Hasta el momento, no se ha emitido una postura oficial sobre este nuevo ataque.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, confirmó que el presidente Vladímir Putin fue notificado de inmediato sobre el asesinato de Sarvarov, quien había participado en operaciones militares en Chechenia y Siria.
Este caso se suma a otros ataques recientes contra mandos rusos. En diciembre de 2024, el teniente general Igor Kirillov murió junto a su asistente tras la explosión de un artefacto oculto en una patineta eléctrica frente a su edificio; el ataque fue atribuido por Ucrania. En abril pasado, el general Yaroslav Moskalik también fue asesinado mediante un explosivo colocado en su vehículo.
Mientras el Ejército ruso mantiene su ofensiva en territorio ucraniano, Kiev ha recurrido a acciones inesperadas, como incursiones terrestres, ataques con drones y misiles contra instalaciones militares rusas, buscando alterar el desarrollo del conflicto. Por su parte, Rusia ha rechazado acusaciones de funcionarios occidentales que la señalan por presuntas operaciones de sabotaje en Europa.
