La polémica por el agua volvió a encenderse en Chihuahua luego de que autoridades estatales afirmaran que la federación estaría actuando a espaldas del estado. Mientras en medios nacionales se habla de presuntas extracciones para cumplir con el Tratado de Aguas de 1944, el Gobierno estatal asegura no haber recibido ningún aviso oficial y advierte que no existe evidencia de que las presas estén siendo vaciadas.

El titular de la Junta Central de Agua y Saneamiento encendió las alertas al señalar que no hay autorización ni documentación que respalde la supuesta liberación de agua desde presas clave como La Boquilla o Las Vírgenes, fundamentales para el campo chihuahuense. Incluso, afirmó que una de estas presas presenta fallas técnicas que harían imposible cualquier extracción, pese a versiones que circulan insistentemente.

El temor crece ante la posibilidad de que se repita el escenario de 2020, cuando grandes volúmenes de agua se perdieron sin beneficiar a productores locales. Autoridades estatales advierten que, de realizarse extracciones sin una medición adecuada, el impacto sería grave para el próximo ciclo agrícola, mientras la federación mantiene en la incertidumbre a Chihuahua y a los estados que aportan el recurso hídrico.
