El conflicto en el Residencial Leones, sobre la carretera Chihuahua–Aldama, se ha convertido en una verdadera bomba de tiempo. Vecinos furiosos volvieron a exigir cuentas al exadministrador del fraccionamiento, a quien acusan de ocultar información financiera y cobrar cuotas excesivas por servicios básicos como agua, luz y vigilancia.

A pesar de los intentos de diálogo, la tensión no cede. Decenas de residentes tomaron nuevamente la carretera, bloqueando parcialmente ambos sentidos y provocando caos vial por varios minutos. Entre gritos y empujones, los inconformes exigieron justicia y transparencia, asegurando que el antiguo administrador “se niega a soltar el control” del conjunto habitacional, donde viven más de 500 familias cansadas de abusos.

Elementos de la Guardia Nacional, Policía Estatal y Municipal de Aldama se desplegaron en la zona para evitar enfrentamientos mayores. Sin embargo, el ambiente sigue tenso y los vecinos advirtieron que, si no se resuelve la entrega administrativa en los próximos días, volverán a tomar la carretera. El conflicto, lejos de apagarse, parece encenderse con más fuerza.
