El caso de Diana, joven de 19 años que quedó inmovilizada tras recibir la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) hace una década, ha generado indignación y conmoción en Chihuahua. Su madre, Carmen, asegura que existen al menos 12 menores más en la entidad y cerca de cien en todo el país que viven con las mismas secuelas, evidenciando un presunto patrón de daños graves relacionados con la inmunización.

Según relatos de la madre, Diana era una adolescente sana, activa en deportes y danza, que comenzó a presentar fiebre y dolores intensos en piernas y cabeza inmediatamente después de recibir la vacuna. A pesar de las visitas a urgencias, los médicos no dieron explicación clara y sólo aplicaron analgésicos, mientras el malestar persistía hasta culminar en una condición irreversible que ha marcado toda su vida.

El caso ha sido difundido en redes sociales y comunidades de afectadas, donde se comparten testimonios de otras jóvenes que atraviesan situaciones similares. Carmen exige ahora que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) asuma responsabilidad, se haga justicia y no se permita que estos hechos queden en la impunidad, convirtiéndose en un grito de alerta nacional sobre los efectos adversos de la vacuna.
