La caída de 0.3 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB) durante el tercer trimestre del año, reportado por el INEGI, obedeció principalmente al impacto de los aranceles impuestos por Estados Unidos a la industria automotriz, dijo la Presidenta Claudia Sheinbaum.
«Es una característica de ese semestre, principalmente generado, pues, por la incertidumbre relacionada con la situación de los aranceles, particularmente para la industria automotriz. Por eso nosotros queremos un mejor acuerdo», dijo.
Explicó que el efecto se concentró en el periodo de julio a septiembre, cuando comenzaron a aplicarse las tarifas a los vehículos exportados a Estados Unidos.
«El Presidente Trump llegó en enero, y las tarifas de vehículos se manifestaron hasta el segundo semestre. Había mucho inventario en las empresas, y no se notó ni en el primero ni en el segundo. Hubo, pues, este impacto en el tercero», señaló.
Sheinbaum afirmó que ha sostenido diálogo directo con los principales fabricantes de autos para revisar la situación y evitar afectaciones mayores.

«He hablado prácticamente con todas las empresas europeas, estadounidenses y todas las que se fabrican en México», indicó.
Aseguró que, pese al impacto en las cifras de crecimiento, no existen cierres de plantas vinculados a las tarifas impuestas por el Gobierno de Donald Trump.
«Ninguna empresa va a cerrar producto de esta situación, sino más bien se ajustó lo que pasó en el año, en el tercer trimestre», sostuvo.
Agregó que, de acuerdo con los análisis de la Secretaría de Hacienda y del Banco de México, la desaceleración será temporal y no se extenderá hacia fin de año.
«Los datos de empleo de este último mes de septiembre nos dicen que esperamos que esto se recupere en el último trimestre», afirmó.
La Presidenta consideró que los planes de inversión pública y privada proyectados por su administración para 2026 contribuirán a fortalecer el crecimiento económico.
«Se espera una situación mucho mejor para el próximo año», agregó.
