Una noche de tensión sacudió la Comandancia Norte luego de que una alarmante llamada al 9-1-1 desatara un desalojo inmediato por una supuesta bomba dentro del edificio. Decenas de personas fueron obligadas a abandonar las instalaciones mientras el Grupo Especial K-9 ingresaba para rastrear, área por área, cualquier indicio de explosivos. Los binomios Vico, Scott y Cross se desplegaron en un operativo que paralizó por completo la actividad policial.

Tras una revisión minuciosa, el comisario Julio César Salas confirmó que no se encontró ningún artefacto, pero reveló que la llamada ya está bajo investigación. Según explicó, el número desde el que se realizó la alerta está siendo rastreado, y no se descarta que haya sido una “broma” que activó todo un protocolo de emergencia y desvió recursos que pudieron ser necesarios para atender situaciones reales. La falsa advertencia provocó tensión innecesaria y puso en vilo a personal y visitantes.

La DSPM anunció que irá con todo contra quien resulte responsable, pues este tipo de llamadas generan caos, inmovilizan a las corporaciones y ponen en riesgo a la ciudadanía. La corporación advirtió que no permitirá que actos irresponsables sigan provocando pánico y movilizaciones masivas, por lo que se buscarán sanciones ejemplares para los implicados.
