República Dominicana encendió las alarmas tras el aseguramiento de casi 500 kilos de cocaína que viajaban en una lancha clandestina interceptada en una peligrosa operación con autoridades de Estados Unidos. La embarcación, procedente de Sudamérica, fue rodeada por aire, mar y tierra antes de ser frenada frente a las costas de Pedernales, donde dos tripulantes quedaron bajo arresto.
La DNCD reveló que la captura formó parte de la polémica Operación Lanza del Sur, el nuevo despliegue militar estadounidense en el Caribe que ya ha generado tensión internacional. Mientras Washington presume “golpes al narcotráfico”, Venezuela denuncia que estas maniobras buscan algo más que decomisos: presionar el derrocamiento de Nicolás Maduro, por quien EE.UU. ofrece una millonaria recompensa.

El hallazgo de los 484 paquetes de droga se suma al clima de incertidumbre en la región, marcada por bombardeos a narcolanchas, movimientos de flotas militares y operaciones que crecen en intensidad cada semana. Las autoridades dominicanas advirtieron que se mantendrán “en máxima alerta”, pues más embarcaciones podrían estar cruzando el Caribe en plena escalada de tensiones.
