Una mañana de rutina terminó en tragedia en el Ejido Ocampo, donde un hombre de cerca de 50 años murió repentinamente mientras limpiaba un terreno con un güiro. Sin previo aviso, se desplomó en plena faena, víctima de un fulminante infarto que no le dio ni un segundo de oportunidad.

Pero el drama no terminó ahí: al caer, el cigarro que llevaba en la mano salió disparado y encendió la hierba seca del lugar, provocando un pequeño incendio que estuvo a punto de convertir la escena en un siniestro aún mayor. Por fortuna, las llamas no alcanzaron el cuerpo del hombre, aunque el susto fue suficiente para movilizar a varias unidades policiales.

La zona fue acordonada mientras agentes ministeriales y peritos realizaban las diligencias, en medio de la expectación de vecinos sorprendidos por el insólito incidente. La Fiscalía ya abrió una investigación, aunque todo apunta a que una simple jornada de limpieza terminó en una cadena de desgracias difíciles de creer.
