El presidente municipal Marco Bonilla lanzó fuertes declaraciones contra la reforma a la Ley de Aguas Nacionales, acusando al Gobierno federal de impulsar “una ley hecha con las patas” y de ignorar deliberadamente a especialistas y productores. El edil afirmó que la propuesta avanza a ciegas y que los legisladores federales parecen más interesados en imponer su visión que en proteger a quienes dependen del agua para vivir.

En medio de la creciente tensión, Bonilla advirtió que incluso los diputados ya estarían reculando, luego de que la polémica medida para limitar la transmisión de derechos de agua por sucesión encendiera alarmas en todo el sector agrícola. El alcalde aseguró que la iniciativa no solo carece de sentido, sino que podría convertirse en un golpe directo para miles de productores del país.
Entre críticas, advertencias y un ambiente político cada vez más enrarecido, Bonilla reiteró que su administración respaldará a los agricultores “hasta donde ellos lo pidan”, dejando claro que el conflicto podría escalar si la reforma avanza sin corregirse. El edil cerró insistiendo en que los legisladores deben recordar por quién fueron electos y que el campo no está dispuesto a quedarse callado.
