El mundo del futbol americano volvió a estallar en polémica luego de que Dave Toub, coordinador de equipos especiales de los Kansas City Chiefs, explotara contra las críticas que Donald Trump lanzó sin piedad contra el nuevo sistema de kickoff de la NFL. Toub, cansado de escuchar explicaciones superficiales y opiniones «desde la grada», defendió con uñas y dientes la jugada que —según él— la liga ha tratado de revivir tras más de una década agonizando entre reglas, modificaciones y accidentes.

La indignación creció cuando Trump, desde su asiento VIP durante el duelo entre Detroit y Washington, decidió convertirse en analista deportivo y arremetió sin filtro contra el formato aprobado por los dueños de la NFL. En el programa de Pat McAfee, el expresidente calificó el kickoff como “terrible”, “degradante” y un “ataque al espectáculo”, asegurando que ni siquiera hace el juego más seguro. Sus declaraciones cayeron como bomba, reavivando una discusión que la liga creía más que enterrada.
Mientras la NFL intenta mantener viva la jugada más explosiva del deporte —colocando el balón en la yarda 35, retrasando a los defensivos y obligando a los jugadores a repensar cada movimiento— las palabras de Trump encendieron aún más un debate que lleva años ardiendo entre puristas, entrenadores y directivos. Toub, cansado de las críticas improvisadas, dejó claro que no permitirá que “opiniones sin fundamento” sigan manchando una jugada que él asegura entender mejor que nadie.
