Una verdadera montaña rusa de tensión se vivió este sábado en Asunción, Paraguay, donde Lanús se consagró campeón de la Copa Sudamericana por segunda vez en su historia tras vencer al brasileño Atlético Mineiro en una dramática tanda de penales por 5-4. El encuentro, que terminó 0-0 tras los 90 minutos y la prórroga, mantuvo a los aficionados al borde del asiento, con cada jugada y cada disparo convirtiéndose en un momento decisivo.
El héroe indiscutible del partido fue el portero Nahuel Losada, quien se vistió de gigante al detener tres penales, asegurando la victoria del “Granate” y haciendo explotar de emoción a la afición. Bajo la dirección de Mauricio Pellegrino, que levanta su primer trofeo como entrenador, Lanús logró cerrar un torneo marcado por la defensa férrea y la regularidad, dejando atrás la amarga historia de finales perdidas en torneos internacionales anteriores.

El duelo estuvo cargado de dramatismo, con un juego pausado, pocas ocasiones y ataques frenéticos en los últimos minutos y en la prórroga. Los contraataques de Eduardo Salvio y Marcelino Moreno pusieron en jaque a Mineiro, mientras los brasileños buscaban abrir el marcador sin éxito. Finalmente, los penales sellaron la gloria granate, en un desenlace que quedará en la memoria de los fanáticos como una noche épica de Sudamericana.
