Una brutal explosión estremeció la tarde del martes la carretera Naucalpan–Toluca, en la peligrosa zona conocida como La Viga, dejando a su paso una escena digna de una tragedia anunciada. Automovilistas y vecinos entraron en pánico mientras enormes columnas de humo obligaban a detener el tráfico, al tiempo que sirenas de ambulancias y patrullas rompían el silencio de la zona. La detonación fue tan intensa que los servicios de emergencia tuvieron que desplegarse de inmediato ante el temor de nuevas explosiones.
Al llegar, paramédicos y personal de seguridad se encontraron con un panorama devastador: en el lugar yacía sin vida Reyes Álvarez Ramírez, vecino de La Magdalena Chichicaspa, cuyo cuerpo no presentaba ya signos vitales tras la violenta explosión. Mientras tanto, los equipos de rescate luchaban por auxiliar a varios jóvenes gravemente heridos, quienes fueron retirados del área acordonada entre gritos, confusión y el creciente riesgo de otro incidente.
Los lesionados —cinco en total— fueron trasladados de urgencia a diferentes hospitales, mientras la zona quedó completamente bloqueada por elementos de seguridad para evitar que curiosos o conductores se acercaran al punto de peligro. Testigos afirmaron que la detonación se escuchó a varios kilómetros, generando miedo y desconcierto en las comunidades cercanas. Las autoridades ya investigan los hechos, mientras la población exige explicaciones ante un suceso que ha cimbrado a toda la región.
