Johnny Depp eligió Tokio para mostrar una parte de sí que, durante décadas, mantuvo fuera del ojo público: su universo artístico.
El actor, de 62 años, inauguró en la capital japonesa A Bunch of Stuff, una exposición que reúne más de un centenar de piezas entre pinturas, escritos y objetos personales que, en conjunto, forman un retrato visceral de su vida interior.
La muestra, instalada en el NEWoMan Takanawa y abierta hasta el 6 de mayo de 2026, funciona como un mapa emocional que entrelaza recuerdos, obsesiones creativas y lo que él mismo define como «caprichos extraños»: ideas súbitas nacidas en momentos de silencio y desconexión.
«Dibujar, crear, pintar han sido una parte enorme de mi vida. Pero pintaba estos cuadros y luego los guardaba en un garaje para que nadie los viera», contó ante la prensa, reconociendo que durante años se impuso límites que hoy considera «un error».
El acceso a la exposición comienza con un pasillo cubierto de cortinas rojas que desemboca en una serie de capítulos visuales. Cada sección combina elementos cotidianos con trazos expresionistas y guiños surrealistas, sello del lenguaje plástico que Depp ha desarrollado a lo largo de más de tres décadas.
Entre las piezas más íntimas del histrión destacan retratos dedicados a sus hijos, personajes imaginarios y paisajes que marcaron su historia personal.

Una de las colecciones más potentes es «Death by Confetti», donde Depp reflexiona sobre la dualidad entre celebración y asfixia provocada por la fama. Otra serie está dedicada a Hedy Lamarr, en la que interviene imágenes de la actriz con frases escritas a modo de grafiti, entre ellas: «Borrada por el mismo mundo que la convirtió en estrella».
Una sala bañada en luz azul reúne objetos suspendidos del techo -postales, plumas, notas de hotel, pinceles, calaveras, latas, pequeñas lámparas- que encarnan el concepto central de la muestra: «un montón de cosas».
En el centro del recorrido se encuentra la Black Box, un cortometraje de 13 minutos proyectado en 360 grados. En él se muestran pinturas acompañadas de música y de la voz del propio Depp, quien narra episodios de su infancia nómada, el origen de su impulso creativo y los momentos que han moldeado su visión del arte.
«He sido más personas que la mayoría de la gente. La pregunta es, ¿hay algo que pueda ofrecer?», reflexiona durante la cinta.
Depp aseguró que presentar esta exposición en la capital japonesa es «un honor absoluto», destacando el legado artístico de la ciudad y su espíritu abierto a propuestas que cruzan disciplinas y desafían géneros.
A Bunch of Stuff, señaló, es su forma de liberar aquello que durante años mantuvo en silencio: «Crear es una necesidad constante; si no, siento que mi cerebro explotaría».
