Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, aceptó su responsabilidad por dos cargos relacionados con narcotráfico y delincuencia organizada ante la jueza Sharon Johnson Coleman, en la Corte del Distrito Norte de Illinois. También reconoció que en 2024 participó en el secuestro de Ismael Zambada García, El Mayo, con la intención de trasladarlo a territorio estadounidense.
Durante la audiencia, Guzmán López compareció vestido con uniforme naranja y decidió comunicarse directamente en inglés, sin intérprete. Respondió con claridad cada pregunta que la jueza le planteó para confirmar que su declaración era voluntaria y que entendía plenamente las consecuencias de admitir los delitos.
Tras determinar que estaba apto para declararse culpable, el fiscal Andrew Erskine leyó el acuerdo firmado por Guzmán López, su defensa y la fiscalía. En dicho documento se señala que, tras la captura y extradición de El Chapo, Joaquín y sus hermanos Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y Ovidio asumieron roles de liderazgo dentro del Cártel de Sinaloa, junto con Ismael Zambada y Dámaso López.

El pacto también establece que Guzmán López podría obtener una reducción de sentencia si coopera con las autoridades. Además, se incluye el decomiso de 80 millones de dólares. De acuerdo con la fiscalía, sus actividades delictivas se extendieron desde 2008 hasta al menos 2021, coordinando el transporte de cocaína desde varios países de Centro y Sudamérica hacia México y su posterior traslado a Estados Unidos mediante vehículos, trenes y túneles.
Dentro del acuerdo se incorporó el caso de julio de 2024, cuando, según la fiscalía, Guzmán López organizó el secuestro de una persona identificada como Individuo A, que sería Ismael Zambada García. La víctima fue citada con engaños, retenida, sedada y llevada en avioneta hacia Estados Unidos.
Al momento de que la jueza le pidió declarar su posición ante los cargos de conspiración para traficar drogas y delincuencia organizada, Guzmán López respondió: “Culpable, su señoría”. La sentencia final se programó para una audiencia de seguimiento el 1 de junio de 2026.
Guzmán López, conocido como El Güero, se convierte en el segundo hijo de El Chapo en llegar a un acuerdo con el gobierno estadounidense, siguiendo los pasos de su hermano Ovidio, quien también se declaró culpable y actualmente colabora con las autoridades. Ambos enfrentan acusaciones que incluyen tráfico de grandes cantidades de cocaína, heroína, metanfetamina y mariguana, lavado de dinero y participación en una organización criminal continua.
