Chihuahua sigue bajo la amenaza del sarampión. Aunque las autoridades estatales habían pronosticado que el brote podría estar controlado, el secretario de Salud, Gilberto Baeza Mendoza, aclaró que el 14 de noviembre no marcará el fin, sino el inicio de la evaluación que definirá si la entidad puede declararse libre de la enfermedad. Este análisis se prolongará hasta febrero de 2026 y dependerá de los reportes de la OMS, por lo que una falsa sensación de seguridad podría ser peligrosa.
El número de casos aún preocupa: hasta el 20 de octubre se registran 4 mil 401 contagios, con 21 personas fallecidas. Aunque la mayoría se han recuperado, las autoridades alertan que todavía se presentan dos o tres casos diarios, y municipios como Cuauhtémoc y la capital concentran la mayor parte de los contagios. La población, especialmente en zonas rurales y comunidades indígenas, sigue siendo vulnerable, lo que mantiene viva la preocupación de los especialistas.

El operativo de vacunación masiva ha aplicado más de un millón de dosis, pero las autoridades advierten que ningún descuido es permitido. La vigilancia epidemiológica, el aislamiento inmediato de casos sospechosos y la atención especial a grupos vulnerables son clave para evitar un repunte. Baeza Mendoza enfatizó que, aunque los números son alentadores, el brote todavía no se da por terminado y el riesgo persiste.