En un impresionante despliegue de fuerza y control, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado irrumpió en el CERESO No. 1 de Aquiles Serdán con más de 150 elementos, apoyados por la Guardia Nacional y la Sedena, para ejecutar una revisión extraordinaria que sacudió la madrugada del viernes. El operativo, sorpresivo y contundente, tuvo como propósito “retomar el orden” dentro del penal.
Las autoridades ingresaron a decenas de estancias con la misión de localizar cualquier objeto que pudiera poner en riesgo la seguridad del penal. La movilización generó tensión entre las Personas Privadas de la Libertad, quienes fueron revisadas una por una mientras los uniformados peinaban cada rincón del centro penitenciario en busca de artefactos peligrosos o ilegales.

El resultado reveló una preocupante colección de objetos prohibidos: puntas hechizas, teléfonos celulares, tijeras, bocinas, tinta para tatuar y otros artículos que no deberían estar en manos de los internos. En total, fueron revisadas 236 personas y 80 estancias, dejando al descubierto el constante reto que enfrenta la autoridad para mantener el control dentro del penal.
