En una escena que recordó tiempos de máxima tensión, el Gobierno de Venezuela juramentó a más de 5 mil 600 jóvenes soldados para “enfrentar cualquier circunstancia”, en medio del clima cada vez más explosivo con Estados Unidos. Bajo un mensaje de alerta permanente, el régimen de Nicolás Maduro presentó a su nuevo contingente como un muro humano dispuesto a responder ante lo que califica como un inminente intento de desestabilización desde el exterior.
Durante una transmisión cargada de discursos encendidos, el comandante Javier Marcano Tábata —figura clave en la Guardia de Honor Presidencial y la DGCIM— lanzó una arenga llena de advertencias contra el “imperialismo”, asegurando que estos miles de reclutas, de apenas entre 18 y 22 años, fueron entrenados “intensamente” y están listos para defender al mandatario “a toda costa”. Con armas en alto y gritos de lealtad absoluta, los jóvenes prometieron no permitir “bajo ninguna circunstancia” una supuesta invasión extranjera.
Maduro, elevando el tono, ordenó a cuerpos policiales y militares prepararse para escenarios de “resistencia prolongada” y mantener una “ofensiva permanente”, justo cuando Estados Unidos mantiene un despliegue aeronaval en el Caribe que Caracas interpreta como una amenaza directa. En un país donde se presume que existen más de 200 mil militares activos, 200 mil policías y hasta ocho millones de reservistas, el mensaje del Gobierno fue claro: Venezuela se atrinchera y se declara lista para lo que venga.
