La llegada repentina de agentes de la Fiscalía General de la República ha generado malestar entre habitantes de la región, quienes cuestionan por qué, tras un año prácticamente sin operativos visibles, la corporación decidió instalarse de nuevo en puntos carreteros, ahora en el kilómetro 87 del tramo Camargo–Delicias.
Usuarios de redes sociales han expresado su desacuerdo y señalan que el despliegue debería concentrarse en zonas de la sierra, donde se necesitan elementos capaces de investigar y atender delitos de alto impacto.

El alcalde de Delicias, Jesús Valenciano, denunció hace unos días que agentes federales presuntamente extorsionaban a paisanos pidiéndoles 200 dólares, lo que incluso derivó en que la FGR enviara un oficio al edil luego de sus declaraciones públicas.
En medio de este nuevo punto de vigilancia, habitantes y viajeros esperan que la presencia federal responda a una estrategia real y no ocasione más inconformidades o presuntos abusos. Algunos señalan que, ojalá ahora sí, el despliegue contribuya a mejorar la seguridad en la carretera.
