Miles de peregrinos que acudirán este 11 y 12 de diciembre a la Basílica de Guadalupe podrían enfrentar un auténtico “calvario climático”, pues el frente frío número 20 llegará con lluvias, ráfagas de viento y un ambiente gélido que pondrá a prueba la resistencia de los devotos. Las condiciones extremas amenazan con empañar una de las celebraciones religiosas más multitudinarias del país.
El sistema frontal traerá vientos que podrían alcanzar los 70 km/h en estados del norte, además de un extenso mosaico de lluvias que cubrirá desde el centro del país hasta la península de Yucatán. En varios estados se prevén aguaceros intensos que podrían generar encharcamientos, deslaves e incluso inundaciones repentinas, mientras que en el Istmo y Golfo de Tehuantepec el viento y el oleaje podrían complicar aún más la situación.

A este panorama se suma un desplome de temperaturas que golpeará desde la noche del jueves: zonas serranas podrían caer hasta los –10 °C y la Ciudad de México registrará amaneceres helados, especialmente en áreas elevadas. Las autoridades advierten que el frío, la lluvia y el viento podrían afectar severamente a los miles de peregrinos que pasarán la noche al aire libre.
