El presidente Donald Trump anunció el sábado que Estados Unidos responderá por la muerte de dos soldados y un civil estadounidenses en el centro de Siria, atribuido a un presunto integrante del Estado Islámico (EI).
«Vamos a tomar represalias», declaró Trump a los periodistas frente a la Casa Blanca, y posteriormente señaló desde su plataforma Truth Social que el presidente sirio, Ahmed al-Sharaa, se encontraba «extremadamente enfadado y afectado por este ataque».
Según el Comando Central de Estados Unidos, el ataque del EI dejó a dos militares y un civil estadounidenses muertos, además de tres personas más heridas. Este es el primer incidente que causa bajas desde la caída del expresidente sirio Bashar al-Assad hace un año.
El Comando Central indicó que, por respeto a las familias y siguiendo la política del Departamento de Defensa, las identidades de los fallecidos se mantendrán confidenciales hasta 24 horas después de que sus familiares hayan sido notificados.
Estados Unidos mantiene cientos de tropas en el este de Siria como parte de la coalición internacional contra el EI. El mes pasado, Siria se sumó a esta coalición mientras fortalecía sus relaciones con países occidentales tras la caída de Assad, cuyo régimen duró cinco décadas. Durante este proceso, el presidente interino Ahmad al-Sharaa realizó una visita histórica a Washington y se reunió con Trump.
Aunque el EI fue derrotado en Siria en 2019, sus células activas continúan perpetrando ataques letales. Naciones Unidas estima que actualmente el grupo cuenta con entre 5,000 y 7,000 combatientes en Siria e Irak.
Las tropas estadounidenses desplegadas en Siria, incluyendo la guarnición de Al-Tanf en Homs, han sido blanco de ataques en varias ocasiones. Uno de los más graves ocurrió en 2019 en Manbij, donde una explosión mató a dos militares y dos civiles estadounidenses, además de otros civiles sirios, durante operaciones de patrullaje.
