Los New York Knicks estrenaron la era Mike Brown con una victoria convincente por 119-111 sobre los Cleveland Cavaliers en el Madison Square Garden, mostrando un juego más rápido, equilibrado y colectivo en el inicio de la temporada 2025-26. Con Brown en el banquillo, el equipo neoyorquino impuso un ritmo dinámico y una ofensiva fluida, dominando la mayor parte del encuentro. A pesar de que los Cavaliers lograron recortar una desventaja de 17 puntos y llegaron a ponerse al frente brevemente en el último cuarto, los Knicks mantuvieron el control del juego.
OG Anunoby fue la figura destacada del partido, aportando 24 puntos y 14 rebotes, liderando a cinco Knicks en doble dígito. Jalen Brunson sumó 23 unidades, destacándose en la línea de tiros libres con un impresionante 12/13, mientras que Karl-Anthony Towns contribuyó con 19 puntos y 11 rebotes a pesar de una molestia en el cuádriceps. Mikal Bridges y Miles McBride también tuvieron actuaciones notables, añadiendo 16 y 15 puntos, respectivamente, desde el banco.

El sello de Mike Brown se hizo evidente desde el inicio, con un juego más rápido, circulación de balón y protagonismo repartido entre los jugadores. Los Knicks lanzaron 21 triples en la primera mitad, reflejando el cambio de estilo, y atacaron el aro con agresividad, consiguiendo 36 tiros libres en comparación con solo 18 de los Cavaliers. Este enfoque resultó en una ofensiva más variada y menos dependiente de Brunson, quien redujo su tiempo de posesión en relación con la temporada anterior.
Por el lado de Cleveland, la ausencia de Darius Garland y Max Strus se sintió profundamente, limitando su capacidad ofensiva. Donovan Mitchell mantuvo a su equipo a flote con 31 puntos, 21 de ellos en el tercer cuarto, cuando los Cavaliers lograron tomar una breve ventaja. Sin embargo, un parcial de 14-0 al inicio del último período permitió a los Knicks retomar el control. A pesar de las lesiones que afectaron a ambos equipos —los Knicks sin Mitchell Robinson ni Josh Hart, y los Cavaliers sin De’Andre Hunter—, los neoyorquinos mostraron una mayor profundidad y energía en la cancha.