Las fuerzas armadas de Estados Unidos iniciaron una operación militar de gran escala contra el grupo Estado Islámico (EI) en Siria, en represalia por un ataque ocurrido el pasado 13 de diciembre en la región de Palmira, que dejó tres estadounidenses muertos, entre ellos dos soldados y un intérprete local.
La ofensiva fue confirmada por altos funcionarios del Pentágono y por el propio presidente Donald Trump.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, informó que la campaña militar recibió el nombre de OPERACIÓN HAWKEYE STRIKE y tiene como objetivo “eliminar a combatientes de ISIS, así como infraestructura y sitios de armamento”, en respuesta directa a la emboscada perpetrada por el grupo yihadista.

«Esto no es el comienzo de una guerra, es una declaración de venganza”, afirmó Hegseth en redes sociales.
El Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) detalló en un comunicado que el ataque incluye bombardeos aéreos, uso de helicópteros de combate y artillería pesada contra decenas de presuntos emplazamientos del EI en distintas zonas del centro de Siria.
Según un funcionario estadounidense citado por The New York Times, los bombardeos podrían extenderse durante varias horas.
✈️💥#ULTIMAHORA ESTADOS UNIDOS lanza un ataque masivo contra objetivos del Estado Islámico, en Siria. El presidente Donald Trump, desde la Casa Blanca, ordenó la acometida en respuesta por la muerte en días pasados de tres estadounidenses, dos de ellos militares..
— Alex Monday (@AMBcancun) December 19, 2025
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Trump promete represalia “muy seria”
El presidente Donald Trump respaldó públicamente la ofensiva y subrayó que se trata de una respuesta contundente contra los responsables del ataque.
«Por la presente anuncio que Estados Unidos está infligiendo una represalia muy seria, tal y como prometí, a los terroristas asesinos responsables”, escribió en su red Truth Social.
Trump añadió que las fuerzas estadounidenses están “atacando con mucha fuerza los bastiones del EI en Siria”, al tiempo que aseguró que el país “tiene un futuro brillante si se erradica al EI”, pese a ser “un lugar empapado de sangre” por años de conflicto.

El ataque del 13 de diciembre marcó un punto de inflexión para la presencia militar estadounidense en Siria. Los tres fallecidos son los primeros estadounidenses que mueren en el país desde la caída del régimen de Bashar al Assad el año pasado, lo que incrementó la presión política y militar para una respuesta inmediata.
«Si atacan a estadounidenses, en cualquier parte del mundo, pasarán el resto de su corta y angustiosa vida sabiendo que Estados Unidos los perseguirá, los encontrará y los eliminará sin piedad”, sentenció.
