El frío invernal vuelve a encender una amenaza mortal dentro de los hogares: los calentadores y equipos improvisados de calefacción. Especialistas alertaron que el uso irresponsable de estos aparatos puede convertir cualquier vivienda en una trampa silenciosa, donde el monóxido de carbono —un gas invisible e inodoro— se acumula sin que las personas lo noten, provocando intoxicaciones que pueden terminar en tragedia.
Autoridades y expertos advirtieron que anafres, braseros, estufas, plantas eléctricas y calentadores mal ventilados son un riesgo letal, especialmente durante la noche, cuando las familias duermen sin percatarse del peligro. El gas tóxico desplaza el oxígeno en espacios cerrados y puede causar desde mareos y pérdida del conocimiento hasta la muerte en cuestión de minutos, sin dar oportunidad de reacción.
La alerta cobra mayor fuerza tras el fallecimiento de tres integrantes de una familia en Irapuato, Guanajuato, quienes presuntamente murieron intoxicados al dejar encendida una planta generadora dentro de su domicilio debido a un apagón. El caso encendió las alarmas y reforzó el llamado urgente a extremar precauciones, pues una decisión tomada para combatir el frío puede terminar cobrando vidas.
