La ciudad no dará tregua al caos durante las fiestas. Con patrullas multiplicadas y operativos especiales, la Policía Municipal lanzó un despliegue reforzado para blindar las calles en plena Navidad y Año Nuevo. El mensaje es claro: habrá vigilancia permanente y cero tolerancia para quienes intenten convertir la celebración en escenario de desorden o violencia.
El reforzamiento incluye más células interinstitucionales recorriendo colonias, avenidas y zonas de alta concentración, especialmente durante las noches festivas, cuando los excesos suelen desbordarse. La presencia policial no se limitará a sectores específicos, sino que se extenderá por toda la ciudad, con recorridos constantes y puntos estratégicos bajo observación para disuadir delitos y conductas de riesgo.

Las autoridades advirtieron que prácticas peligrosas como los disparos al aire serán castigadas sin excepciones, y llamaron a la población a reportar cualquier incidente al número de emergencias. El operativo busca que las fiestas transcurran sin tragedias, aunque el ambiente de vigilancia anticipa que estas celebraciones estarán bajo lupa policial hasta el último minuto del año.
