Guachochi amaneció bajo el fuego y la tragedia. La madrugada de ayer, el terror se apoderó de la colonia Turuseachi, donde un brutal ataque armado dejó ocho personas sin vida, entre ellas una niña que quedó atrapada en el fuego cruzado, además de siete heridos que luchan por sobrevivir. Vecinos describen una escena de horror: ráfagas interminables, autos acribillados y familias enteras buscando refugio mientras la violencia devoraba las calles.
Entre las víctimas se encontraba un profesor querido en la comunidad, una mujer y la menor, quien vestía una sudadera rosa y fue hallada sin vida dentro de un vehículo con impactos de bala en el rostro. El ataque, según versiones, habría sido el resultado de un enfrentamiento entre grupos armados que tomaron por sorpresa a los habitantes. Las autoridades aseguraron varios vehículos perforados por las balas y mantienen un despliegue de las Bases de Operación Interinstitucional (BOI) en busca de los responsables, mientras el miedo persiste en la Sierra Tarahumara.
El alcalde José Miguel Yáñez Ronquillo condenó los hechos y lamentó la pérdida de vidas inocentes, calificando el suceso como “una herida que atraviesa el corazón de Guachochi”. Sin embargo, el dolor de los habitantes se mezcla con la impotencia ante la ola de violencia que no da tregua en la región. A solo ocho días de otro hallazgo macabro —tres cuerpos abandonados en la carretera a Parral—, los pobladores se preguntan: ¿quién podrá devolver la paz a la sierra?
