La sierra volvió a estremecerse con el rugir de las armas. Horas después del sangriento ataque que dejó siete muertos y varios heridos, vecinos denunciaron una nueva balacera en plena cabecera municipal. Aunque esta vez no hubo víctimas, el miedo mantiene a las familias encerradas y a los pobladores exigiendo justicia mientras las fuerzas de seguridad patrullan sin descanso las calles teñidas de tensión.
El ataque inicial, ocurrido apenas pasada la medianoche del domingo, cobró la vida de hombres y mujeres inocentes, entre ellos un matrimonio joven y un padre de familia, según informó la Fiscalía Zona Sur. El fiscal Guillermo Hinojos confirmó que siete personas continúan bajo atención médica, entre ellas un niño de dos años y su madre, quienes milagrosamente sobrevivieron a la lluvia de balas. Todo apunta a que los agresores confundieron a las víctimas con integrantes de un grupo rival.

Durante los intensos operativos posteriores, las autoridades hallaron una camioneta Cherokee blindada y con número de serie alterado, abandonada entre los caminos de terracería. Se presume que los sicarios la dejaron atrás mientras escapaban a pie. Mientras tanto, Guachochi sigue sitiada por el miedo: helicópteros sobrevuelan, patrullas no cesan y la población teme que la guerra entre cárteles apenas esté comenzando.
