El asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, sacudió no solo a Michoacán sino a todo el país, y provocó una dura reacción del exgobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, quien lanzó un mensaje incendiario en redes sociales: “México no soporta más dolor ni más sangre”. Con tono firme, Duarte responsabilizó a la falta de estrategia y de voluntad política de la creciente ola de violencia que azota al país.

Duarte recordó los años más oscuros de inseguridad en Chihuahua y presumió haber devuelto la paz durante su mandato, “la misma que —según él— se perdió con la llegada de Javier Corral”. En su publicación, el exmandatario lanzó una crítica directa a las autoridades actuales: “No se requiere inventar el hilo negro para recuperar la paz, se requiere carácter y decisión”. Sus palabras resonaron en medio de la indignación nacional por el asesinato del edil michoacano, quien contaba con protección federal de 14 elementos.
Con un mensaje que sonó más a advertencia que a condolencia, Duarte llamó a “corregir el rumbo antes de que México colapse por la violencia”. “El nombre de Carlos Manzo debe quedar grabado en la memoria del país como símbolo de un gobierno que dejó de escuchar”, sentenció. La publicación encendió el debate político y reavivó las críticas sobre la incapacidad del Estado para proteger a sus autoridades locales.
