El asesinato del alcalde Carlos Manzo sacudió no solo a Michoacán, sino también a la comunidad internacional. La tragedia cruzó fronteras y provocó una contundente reacción desde Washington. El subsecretario de Estado Christopher Landau encendió las alarmas al declarar que su país está dispuesto a reforzar la cooperación con México para frenar al crimen organizado “a ambos lados de la frontera”.
La declaración llegó apenas horas después del homicidio del edil michoacano, ejecutado a plena vista del público durante una celebración del Día de Muertos. Para muchos, la postura del gobierno estadounidense deja en evidencia la gravedad de la crisis de seguridad que vive México y el vacío de control que el crimen ha impuesto en varias regiones del país.
Mientras la indignación crece, el mensaje de Landau suena como una advertencia y un llamado de atención: México necesita ayuda y resultados, y la comunidad internacional lo sabe. En las redes sociales, usuarios exigieron justicia y cuestionaron si el Gobierno federal será capaz de recuperar la paz en estados dominados por la violencia.
