La Dirección de Seguridad Pública Municipal reveló que 11 de sus elementos dieron positivo en los exámenes toxicológicos recientes, generando alarma entre la ciudadanía. Estos oficiales, que tenían autorización para portar armas, fueron desarmados de inmediato y enfrentan su inminente baja, dejando entrever un serio problema de control interno en la corporación.
Aunque representan apenas 0.8 por ciento del total de policías, la noticia ha sacudido la confianza pública. La DSPM afirmó que se siguieron todos los protocolos legales, pero la imagen de la institución queda manchada y la pregunta en la calle es inevitable: ¿qué tan segura está la ciudad cuando sus guardianes caen en irregularidades?

Mientras tanto, los mandos aseguran que la vigilancia de la ciudad no se vio afectada, aunque las especulaciones y rumores se multiplican. Los vecinos observan con preocupación y cierto desconcierto cómo la corporación enfrenta este escándalo, mientras las investigaciones continúan y los implicados esperan la resolución final.
