El caso que ha estremecido a Michoacán sigue dando giros escalofriantes. Autoridades identificaron al asesino del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, como Osvaldo Gutiérrez Vázquez, alias “El Cuate”, un joven de apenas 18 años que, según informes extraoficiales, estaría vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Su imagen ya circula en todo el país: el rostro de un sicario que caminó entre la multitud antes de abrir fuego en plena plaza pública.
Las cámaras de seguridad muestran al “Cuate” comprando tranquilamente en los alrededores del evento minutos antes del ataque. Vestía una camiseta negra, pero cambió por una sudadera blanca con la que cubrió su rostro para no ser reconocido. Luego, entre velas y aplausos, se acercó al alcalde y disparó siete veces, según la Fiscalía General del Estado. Los videos y el retrato hablado confirman su participación en lo que las autoridades califican como un ataque planeado y ejecutado con precisión militar.
El “Cuate” sería familiar de un sujeto apodado “El Prángana”, señalado como operador de un brazo armado del mismo cártel. El arma que usó, una pistola calibre 9 mm, ya habría sido utilizada en otros ataques en Uruapan, entre ellos un doble homicidio y una balacera en un bar. A pesar de que uno de los agresores fue abatido en el lugar, la fiscalía asegura que la emboscada fue coordinada y no un acto aislado. Uruapan amanece entre miedo, indignación y un clamor que resuena en cada esquina: “¡Justicia para Carlos Manzo!”
