Una nueva sacudida de indignación se vivió en Parral y Balleza luego de que agentes de la Agencia Estatal de Investigación destaparan lo que parecía una jornada más de robo de vehículos, pero que terminó revelando el descaro con el que operan los delincuentes. Un Jetta abandonado a plena vista en la colonia Sierra Seca fue el primer hallazgo: un automóvil dejado como si nada después de haber sido reportado robado apenas 24 horas antes.
La sorpresa no terminó ahí. En Balleza, una sencilla revisión de rutina destapó otro golpe al patrimonio ciudadano: una pick up Chevrolet S10 que un particular llevó para verificar, terminó resultando con reporte de robo desde agosto, como si hubiera circulado impunemente por meses sin que nadie lo notara. El descubrimiento desató comentarios entre vecinos, quienes afirman que el robo de vehículos se ha convertido en un “deporte” para los amantes de lo ajeno.

Ambas unidades fueron aseguradas y entregadas al Ministerio Público, pero el caso deja al descubierto una realidad incómoda: mientras los ladrones siguen moviéndose con soltura, las autoridades apenas alcanzan a recuperar lo que ya dieron por perdido los afectados.
