El hombre que estaba a punto de ser presentado ante un juez por un brutal asesinato, murió de manera inesperada y fulminante en los túneles del poder judicial, antes siquiera de escuchar las acusaciones en su contra. Edeer Issel Ávila Moradel, señalado por acabar con la vida de un predicador en un centro de rehabilitación, cayó sin vida mientras aguardaba su audiencia, generando conmoción y una ola de sospechas entre quienes conocían el caso.
La Fiscalía de Distrito Zona Norte salió a aclarar el hecho casi 24 horas después, asegurando que todo se trató de una “muerte natural” por tromboembolia pulmonar, aunque su repentino fallecimiento sigue levantando preguntas, pues apenas días antes había sido detenido desnudo y agresivo en la colonia Nuevo Hipódromo, para luego protagonizar un violento ataque en pleno servicio religioso que terminó con el asesinato del pastor Mauro Cabañas Arámbula.

Mientras la necropsia confirmó la obstrucción fatal en las arterias pulmonares, el caso dejó un giro inesperado: el hombre que debía enfrentar la justicia murió antes de rendir cuentas, cerrando abruptamente un expediente que había estremecido a la comunidad y dejando atrás una historia marcada por episodios de violencia, confusión y un final tan repentino como polémico.
