Un atacante suicida se inmoló frente a un tribunal de distrito en Islamabad la mañana del martes, provocando una explosión junto a un vehículo policial que dejó al menos 12 muertos y 27 heridos, informó el ministro del Interior de Pakistán. El atentado ocurre en medio de un repunte de la violencia en diversas regiones del país.
De acuerdo con las autoridades, el agresor intentó ingresar al recinto judicial, pero al no conseguirlo detonó los explosivos cerca de un automóvil de la policía. Testigos relataron que el estallido, audible a varios kilómetros, generó pánico entre las decenas de personas que se encontraban en el lugar para asistir a audiencias.
El ministro Mohsin Naqvi señaló que el atentado pudo haber sido ejecutado por “elementos respaldados por India y aliados talibanes afganos”, vinculados al Talibán paquistaní, aunque aclaró que la investigación continúa abierta. Las víctimas, según medios locales, eran principalmente ciudadanos que se encontraban en el tribunal o sus alrededores.
Suicide Bomber Kills 12 Near Islamabad's G-11 Judicial Complex
— Sumit (@SumitHansd) November 11, 2025
Pakistan: 9 kiled, 21 injured in a blast in a car outside Islamabad district courts pic.twitter.com/Y5FHbcI83i
En un hecho separado ocurrido horas antes, fuerzas de seguridad paquistaníes repelieron un ataque de milicianos que intentaron tomar como rehenes a cadetes en un colegio administrado por el Ejército, en la ciudad de Wana, provincia de Khyber Pakhtunkhwa, cerca de la frontera con Afganistán. Un coche bomba y al menos cinco atacantes participaron en la agresión.
El jefe de la policía local, Alamgir Mahsud, informó que dos de los agresores fueron abatidos rápidamente, mientras que otros tres lograron ingresar al complejo antes de ser neutralizados tras un intercambio de disparos con comandos del Ejército.
Posteriormente, una facción del Talibán paquistaní, Jamaat-ul-Ahrar (JuA), se atribuyó la autoría del atentado en Islamabad, asegurando que su objetivo eran jueces y abogados a los que acusó de emitir “veredictos no islámicos”. La organización, considerada por la ONU como un grupo disidente del Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), tiene su base en la provincia afgana de Nangarhar.
El TTP, por su parte, negó cualquier participación en el ataque. JuA, fundada en 2014 tras la escisión de una facción del TTP, ha sido señalada por las autoridades paquistaníes como un grupo extremista con presuntos vínculos y apoyo desde territorio indio.
