Las Fuerzas Armadas de Venezuela realizaron este martes un amplio despliegue en todo el país en respuesta a lo que calificaron como “amenazas imperiales” de Estados Unidos, que mantiene una operación militar antidrogas en el Caribe y aguarda la llegada de su portaaviones más avanzado.
Desde finales de agosto, el ejército estadounidense ha incrementado su presencia en la región con el argumento de frenar el narcotráfico procedente de Colombia y Venezuela. Este operativo ha dejado un saldo de 20 embarcaciones destruidas en aguas internacionales del Caribe y el Pacífico, así como 76 personas muertas.
El gobierno de Nicolás Maduro considera que dicha estrategia militar busca desestabilizar su administración. Aunque ha insistido en sus llamados a la paz, aseguró estar preparado para defender al país y constantemente exhibe maniobras militares como muestra de fuerza.
De acuerdo con un comunicado del Ministerio de Defensa venezolano, se desplegaron unidades terrestres, aéreas, navales, fluviales y misilísticas, junto con sistemas de armas, milicia bolivariana y otras estructuras de defensa civil y militar.
El canal estatal VTV transmitió discursos de mandos militares desde distintos estados, mostrando imágenes de las movilizaciones y el equipo utilizado. No obstante, especialistas señalan que estos anuncios no siempre se traducen en acciones reales sobre el terreno.
Maduro declaró que su gobierno y el pueblo venezolano están listos para responder a cualquier agresión: “Si el imperialismo intenta causar daño, se ordenará la movilización y combate de todo el pueblo de Venezuela”, advirtió.
Por su parte, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, restó importancia a la posibilidad de un conflicto armado, aunque afirmó que los días de Maduro en el poder “están contados”. En los próximos días se espera la llegada del portaaviones USS Gerald R. Ford a la región, que se unirá al despliegue militar estadounidense a pocos cientos de kilómetros de las costas venezolanas.
