Ciudad Juárez amaneció bajo un fuerte operativo que hizo retumbar los muros del temido Cereso número 3. Más de 200 elementos armados hasta los dientes irrumpieron desde la madrugada en el penal, en una revisión sorpresa que puso a temblar a internos y custodios por igual. La acción, encabezada por militares, Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, busca —según las autoridades— “mantener la tranquilidad”, aunque el ambiente dentro del centro fue de todo menos eso.
Testigos reportaron un inusual movimiento de patrullas, convoyes y camiones militares rodeando la prisión desde primeras horas, lo que desató rumores sobre posibles traslados, enfrentamientos y decomisos de alto impacto. Las sirenas y el despliegue de uniformados generaron alarma entre familiares de los reclusos, quienes permanecieron a las afueras del penal intentando obtener información, sin éxito.

Apenas el lunes, el secretario Gilberto Loya había anunciado “revisiones integrales” en todos los penales del estado, pero pocos imaginaron que comenzarían con un despliegue de esta magnitud. Hasta el momento, las autoridades guardan hermetismo sobre lo que encontraron dentro, aunque versiones extraoficiales apuntan a que se habrían hallado objetos prohibidos y evidencias que podrían revelar el control interno de grupos criminales. El operativo sigue en marcha.
