La tranquilidad de la ciudad volvió a romperse esta mañana cuando la Dirección de Seguridad Pública y Vialidad Municipal anunció que tuvo que redoblar sus patrullajes para contener las crecientes quejas vecinales, que apuntan a colonias y avenidas donde “todo puede pasar” desde tempranas horas. Los recorridos se extendieron por parques, jardines y zonas habitacionales señaladas como focos rojos por comerciantes hartos de conductas sospechosas que alteran la rutina diaria.

Durante la extensa movilización, los agentes pusieron especial atención en cruces semaforizados convertidos en escenarios de caos, terrenos baldíos usados para reuniones clandestinas y lugares donde se detectó la presencia recurrente de limpiaparabrisas que, según reportes ciudadanos, ponen en tensión tanto a peatones como a automovilistas. La corporación, decidida a enviar un mensaje de orden, procedió a dispersar a quienes realizaban actividades consideradas de riesgo en la vía pública.

Pese al amplio operativo, la autoridad informó que la jornada terminó sin “novedades relevantes”, una frase que, para algunos habitantes, resulta más inquietante que tranquilizadora. Sin embargo, la Policía Municipal aseguró que los patrullajes continuarán, pues la ciudadanía exige cada vez con más insistencia que no se baje la guardia ni un solo minuto.
