Hidalgo del Parral continúa sumido en la incertidumbre y el miedo, una semana después de la brutal jornada de violencia que dejó ocho personas sin vida entre el carril de carreras de Santa Teresa y la emblemática “Puerta del Tiempo”. A pesar del despliegue policial y los operativos anunciados, la autoridad estatal reconoce que no existe ni un solo detenido directamente vinculado a la masacre, lo que ha encendido las alarmas entre la población.

El fiscal Guillermo Hinojos Hinojos reveló que un grupo armado “ajeno a la región” habría irrumpido con fuerza tanto en la ciudad como en el carril de carreras antes de abrir fuego. Sin embargo, pese a esta línea clara, la investigación avanza a cuentagotas: no hay rostros, no hay nombres y ni siquiera los vehículos utilizados han sido plenamente identificados. Los cuerpos de las siete víctimas del carril ya fueron entregados a sus familias, quienes claman justicia ante el silencio y la falta de resultados.

Mientras tanto, la tensión aumenta. Operativos, retenes, patrullajes y revisiones se multiplican en Parral y en los caminos hacia Valle de Allende, López y Coronado, donde incluso se ha detectado la presencia de hombres armados. Pero la masacre continúa impune, y la ciudadanía teme que los responsables aún circulen libremente por las mismas calles donde sembraron el terror.
