El dirigente campesino Heraclio Rodríguez desató alarma nacional al asegurar que más de un millón de tráilers quedaron totalmente paralizados en las carreteras del país, en lo que calificó como una de las movilizaciones más grandes y tensas de los últimos años. Según el líder, grupos provenientes de Namiquipa y Buenaventura avanzan hacia la frontera listos para cerrar la aduana y bloquear por completo el transporte de carga, detonando un caos que ya comienza a sentirse en distintos estados.

Rodríguez afirmó que el impresionante número de unidades detenidas —muchas por decisión voluntaria de los propios operadores— demuestra que el país “está colapsando sobre sus ruedas”, mientras los agricultores y transportistas exigen al gobierno federal atender de inmediato lo que denuncian como un abandono total del campo mexicano. Para los organizadores, la cifra millonaria de tráilers inmovilizados es una señal de que “la lucha se salió de control y va para largo”.

La protesta, que amenaza con extenderse a más aduanas y carreteras, se ha convertido en un mensaje directo al gobierno federal, cuya postura sigue ausente mientras crece la tensión en la frontera. Rodríguez pidió mantener la presión y celebró que “el país entero esté frenado”, convencido de que solo así las autoridades voltearán a ver sus demandas. El posible cierre de la aduana de Ciudad Juárez podría ser el siguiente detonante de una jornada que ya pinta como una de las más disruptivas del año.
