El certamen Miss Universo 2025 terminó convertido en un huracán de escándalos tras la coronación de Fátima Bosch, cuya victoria desató una ola de reclamos y acusaciones que no ha dejado de crecer. Apenas concluida la gala, Miss Ecuador y Miss Indonesia rompieron el silencio y estallaron en redes sociales, denunciando el dolor, la confusión y la “falta de transparencia” que, aseguran, marcó el concurso desde adentro. Sus mensajes, cargados de frustración, alimentaron la sospecha de que todo estuvo decidido antes de tiempo.

La tormenta aumentó cuando Miss Noruega aseguró que el Top 10 “se eligió semanas antes de la final”, mientras Miss Estonia renunció públicamente a su corona nacional, evidenciando un ambiente que se desmoronaba por dentro. La caída libre del certamen se agravó con la renuncia explosiva del juez Omar Harfouch, quien acusó directamente a la organización de manipular la competencia, incluso llegando a llamar a Bosch una “falsa ganadora” y prometiendo revelar pruebas sobre supuestos intereses comerciales detrás del resultado.

Mientras tanto, Miss Universo negó rotundamente cualquier irregularidad, pero la crisis ya estaba en marcha. Aunque algunas concursantes defendieron a Bosch, el certamen quedó atrapado en un fuego cruzado de acusaciones, renuncias y filtraciones que ha puesto en duda la credibilidad de la edición 74. Lo que debía ser una celebración internacional terminó convertido en uno de los capítulos más polémicos y divisivos en la historia del concurso.
