En medio del creciente caos carretero que ha paralizado regiones enteras del país, la Secretaría de Gobernación lanzó un urgente llamado al diálogo mientras los bloqueos se multiplican sin freno. Rosa Icela Rodríguez advirtió que no existe justificación para cerrar rutas y que el Gobierno federal ha mantenido mesas de trabajo durante meses, pero aun así urgió a los manifestantes a presentarse a una reunión este mismo día para evitar que la crisis escale aún más.
Pese a la advertencia, las protestas continúan extendiéndose como pólvora: carreteras federales, autopistas estratégicas y casetas de alta afluencia permanecen bajo presión de productores y transportistas que denuncian inseguridad, extorsiones y precios injustos. En estados como Michoacán, Sonora, Tlaxcala, Tamaulipas y Guerrero, los cierres han generado tensión, filas interminables y creciente molestia entre miles de conductores atrapados por las interrupciones que, en algunos puntos, ya amenazan con volverse totales.
Mientras tanto, el Gobierno federal intenta contener el impacto mediante operativos de la Guardia Nacional y llamados insistentes a retomar el diálogo. Segob insiste en que la única salida real es sentarse a negociar, pero reconoce que la situación se recrudece cada hora que pasa, elevando la preocupación por posibles afectaciones mayores si las organizaciones no acuden a la mesa convocada.
