El ex presidente municipal de Camargo y productor agrícola, Carlos Aguilar, lanzó una severa advertencia: la nueva Ley Nacional de Aguas podría convertirse en una sentencia de muerte para miles de hectáreas productivas en la región. Según afirmó, las reformas planteadas abrirían la puerta a restricciones que dejarían al campo del norte del país prácticamente sin agua, un recurso que ya se encuentra al límite por las sequías recurrentes.

Aguilar denunció que los lineamientos propuestos reducirían drásticamente los volúmenes de riego para los agricultores, priorizando otros sectores y empujando a la agricultura local a una crisis sin precedentes. Cultivos esenciales como maíz, alfalfa y forrajes —base económica de cientos de familias— quedarían en riesgo de perderse por completo, provocando un colapso productivo y pérdidas millonarias en cuestión de semanas.

El productor advirtió además que el posible control total del Gobierno Federal sobre presas y distritos de riego desmantelaría décadas de organización comunitaria, generando caos, desabasto y confrontaciones en el manejo del agua. Aseguró que la ley ignora la realidad extrema del norte y exigió detener su aprobación inmediata antes de que, literalmente, el campo se quede seco y el desastre sea irreversible.
