Caos, filas interminables y cientos de solicitantes desorientados marcaron el primer día de operaciones de la nueva sede de la Embajada de Estados Unidos en México, ubicada en Presa Angostura 225, colonia Irrigación, alcaldía Miguel Hidalgo. Desde el amanecer, los accesos de Calzada Legaria y Casa de la Moneda lucieron saturados, luego de que se confirmara que, a partir del 24 de noviembre de 2025, todos los trámites consulares se realizarán únicamente en este inmueble, dejando atrás la antigua ubicación.
Pese al imponente edificio, la experiencia para muchos no fue sencilla: los servicios consulares continúan siendo los mismos, pero con estrictas restricciones que sorprendieron a más de uno. La prohibición absoluta de ingresar celulares, tabletas, audífonos, relojes inteligentes o cualquier dispositivo electrónico provocó molestias entre los asistentes, quienes se encontraron sin un lugar seguro donde dejar sus pertenencias. Aun así, las citas para visas, pasaportes, ciudadanía y servicios notariales continuaron bajo el sistema de programación previa en línea.
Para sumar a la confusión, la toma de huellas y fotografías del CAS no se mudó a la nueva sede y seguirá atendiéndose en Hamburgo 213, colonia Juárez. A esto se añade una nueva complicación: ya no será posible programar el CAS y la entrevista consular el mismo día, obligando a los usuarios a duplicar sus desplazamientos en una ciudad ya de por sí colapsada. La transición, aunque anunciada, dejó a miles lidiando con una jornada que se volvió un verdadero desafío.
