El director de CONAGUA en Chihuahua, Román Alcántar, salió a calmar los ánimos luego de que crecieran rumores y temores sobre cambios radicales en la reforma hídrica. Con firmeza aseguró que los ajustes realizados fueron “meramente formales” y que el polémico binomio tierra-agua sigue intocable, pese a la controversia que había encendido a productores y propietarios de pozos en todo el estado.

Alcántar insistió en que no existe ninguna separación oculta entre la tierra y los derechos de agua, desmintiendo tajantemente versiones que alertaban sobre una posible pérdida de valor en predios con pozos. Señaló que la reforma mantiene el mismo propósito: poner orden en las concesiones y frenar los mercados negros que durante años han convertido el agua en un negocio clandestino.
De manera enfática, explicó que quien venda un predio con pozo podrá transferir el título de aprovechamiento en un trámite exprés de hasta 20 días, sin burocracia ni riesgos. Lo mismo aplicará para herencias y sucesiones, recalcando una vez más el mensaje que quiso dejar claro: “El binomio tierra-agua no se separa; sigue igual y punto.”
