Diciembre llegó y con él una nueva ola de tensión entre millones de trabajadores que esperan, casi con desesperación, el tan ansiado aguinaldo. Sin embargo, este año no solo se habla del pago, sino del miedo a que algunos patrones pretendan “rasurar” la prestación con pretextos injustificados. Ante el creciente descontento, la PROFEDET lanzó una advertencia contundente: nadie tiene derecho a descontar un solo peso por permisos de maternidad, paternidad o ausencias autorizadas.
Las autoridades encendieron las alarmas al revelar que el único descuento permitido es el de impuestos, lo que deja a los patrones sin excusas para reducir el aguinaldo. Aun así, miles de trabajadores ya temen maniobras irregulares, especialmente porque cada año aumentan las denuncias por pagos incompletos y retrasos. La PROFEDET recordó que, si un patrón se atreve a retener o disminuir este derecho, los empleados cuentan con un año para denunciar el abuso.
Pero el verdadero golpe de realidad llegó con una cifra que sacudió al país: casi 34 millones de mexicanos no verán ni un centavo de aguinaldo este diciembre. La informalidad, la falta de contratos y empresas que simplemente deciden ignorar la ley han dejado a más de la mitad de la fuerza laboral sin esta prestación. Para millones, diciembre no huele a celebración… sino a injusticia.
