Luego de semanas de presión, bloqueos y advertencias que paralizaron carreteras y cruces internacionales, organizaciones del campo y del transporte anunciaron una tregua temporal tras arrancarle compromisos al Gobierno federal. Aunque aseguraron que suspenderán las movilizaciones por lo que resta del año, dejaron claro que no se trata de una rendición, sino de una pausa estratégica mientras evalúan si las promesas oficiales se cumplen o quedan, como antes, en el discurso.

Los líderes del movimiento advirtieron que el descontento sigue latente y que el campo “despertó”, por lo que cualquier incumplimiento podría detonar nuevamente protestas más contundentes en 2026. Señalaron que los acuerdos alcanzados apenas representan un primer respiro para miles de productores que enfrentan bajos precios, falta de apoyos y una creciente inseguridad en carreteras, problemática que calificaron como abandono histórico por parte de las autoridades.

Entre los compromisos arrancados al Gobierno se encuentran modificaciones legales en materia de agua, esquemas de pignoración para salvar cosechas y promesas de mayor vigilancia en caminos federales. Sin embargo, los agricultores y transportistas aseguraron que mantendrán la lupa sobre cada acuerdo y dejaron un mensaje claro: si el diálogo fracasa, las carreteras volverán a ser escenario de protesta, porque —advirtieron— la lucha por el campo apenas comienza.
