El 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes, se ha convertido en una auténtica mina de oro para los engaños digitales, donde la línea entre la broma y la mentira peligrosa se vuelve casi invisible. Lo que antes eran simples inocentadas entre amigos, hoy se transforma en avalanchas de noticias falsas que circulan sin control en redes sociales, engañando a miles de personas que caen en anuncios espectaculares, promesas imposibles y titulares diseñados para provocar emoción inmediata.
Regresos falsos de artistas, supuestos regalos, descuentos milagro, servicios gratuitos o apoyos económicos “confirmados” son solo algunas de las trampas más comunes que se viralizan este día. Detrás de estas publicaciones no hay buena intención: muchas buscan generar clics, monetizar visitas o manipular opiniones, aprovechando la distracción colectiva y el ambiente festivo. Un solo “me gusta” puede ser suficiente para alimentar una cadena de desinformación que confunde, asusta o incluso provoca pérdidas económicas.

Especialistas advierten que las fake news se detectan por su tono exagerado, errores evidentes, ausencia de fuentes oficiales y promesas demasiado buenas para ser reales. Aun así, miles de usuarios continúan compartiéndolas sin verificar, convirtiéndose sin saberlo en cómplices del engaño. En esta fecha, la recomendación es clara: dudar, verificar y no compartir nada antes de confirmar su veracidad, porque no todo lo que parece broma termina siendo inofensivo.
