El silencio del carril de carreras Santa Teresa se rompió cuando se confirmó que uno de los hombres ejecutados no era cualquier asistente, sino “El Borre”, un personaje envuelto en dos de los crímenes más estremecedores de Parral: la masacre de la familia Maturana y la misteriosa desaparición de dos jóvenes el pasado agosto. Este individuo, que operaba a plena vista y con total impunidad, tenía orden de aprehensión por su presunta participación como autor material en la masacre, además de fuertes indicios que lo relacionan con la privación ilegal de la libertad de Gerónimo y Jaime.

De manera sorprendente, pese a ser considerado objetivo prioritario, “El Borre” acudía sin preocupación a las carreras, incluso a menos de un kilómetro de la Fiscalía Zona Sur, lo que ha generado indignación y cuestionamientos. El fiscal Guillermo Hinojos reveló que, en el caso de los jóvenes desaparecidos, la madre de uno aseguró que el ejecutado era esposo de la nieta de la mujer atropellada por el vehículo que ambos jóvenes conducían un día antes de ser levantados, un dato que incrementa la intriga y complejidad del caso.

Mientras tanto, la Fiscalía insiste en que las investigaciones continúan avanzando con rastreos y análisis exhaustivos, buscando esclarecer por completo la cadena de violencia que rodea a “El Borre”. Su muerte, lejos de cerrar los expedientes, ha reabierto dudas sobre su papel en los crímenes y sobre quiénes más podrían estar involucrados en esta serie de hechos que mantienen a Parral bajo una sombra de tensión e inquietud.
