Una nueva ola de tensión sacude al continente: el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estaría preparando una explosiva llamada con Nicolás Maduro, en medio de un clima militar que muchos ya describen como el preludio de una crisis mayor. Según fuentes, la conversación aún no tiene fecha, pero se cocina en secreto dentro de la Casa Blanca mientras aumenta la presión contra el régimen venezolano.

El anuncio llega justo cuando Washington encendió todas las alarmas al declarar oficialmente al llamado Cártel de los Soles como organización terrorista extranjera, un golpe que sacude directamente la cúpula del poder venezolano. Esta designación, sumada a la advertencia de la FAA para evitar el espacio aéreo de Venezuela ante el “riesgo extremo” por la actividad militar, ha obligado a aerolíneas de Europa y América a suspender vuelos, dejando a miles de pasajeros varados y aumentando la sensación de una escalada inminente.

Mientras tanto, el Caribe vive uno de los despliegues militares estadounidenses más grandes en décadas. Portaaviones, submarinos nucleares, destructores y miles de marines patrullan las aguas cercanas a Venezuela en la operación “Lanza del Sur”. Entre rumores de operaciones encubiertas, acciones armadas y movimientos estratégicos, el continente entero espera con inquietud la posible llamada entre Trump y Maduro, una conversación que podría redefinir —o detonar— el conflicto político más tenso de la región.
