La temporada navideña llegó acompañada de un inquietante clima de inseguridad en Nuevo Casas Grandes, donde cientos de familias se preparan para sus compras mientras la ciudad permanece prácticamente desprotegida. Desde que la Policía Municipal fue desarmada por presuntos actos de corrupción, las calles han quedado bajo el resguardo de un reducido grupo de agentes estatales incapaces de cubrir la creciente ola de robos que golpea tanto al Centro como a diversas colonias.
Lo que antes era una fuerza de más de 80 elementos hoy se reduce a apenas 15 uniformados, una diferencia que ha abierto la puerta a la presencia de indigentes, personas extrañas y delincuentes oportunistas que aprovechan el caos previo a Navidad. Comerciantes y vecinos temen que la falta de vigilancia convierta las zonas comerciales en un blanco perfecto justo en los días en que circula más efectivo por aguinaldos y compras decembrinas.

Ante esta situación, el subsecretario de la SSPE, Luis Aguirre, aseguró que se mantienen operativos con apoyo de Guardia Nacional, Sedena y Fiscalía; sin embargo, la incertidumbre crece mientras las autoridades insisten en que el municipio debe reconstruir su Policía Municipal cuanto antes. La ciudad entra a su temporada más crítica prácticamente con las manos vacías en materia de seguridad.
